Un paisaje rural. Una masía majestuosa. y un... ¿lago artificial? Más o menos. A nosotros nos gusta definirlo como una piscina natural de ensueño.
Con una profundidad de hasta a 3 metros y decorada con planta acuática filtrante y oxigenante, la piscina consigue integrarse al 100% con el entorno natural.
El espacio natural se completa mediante una construcción de roca con planta autóctona para disimular un depósito de recogida de aguas pluviales. Hemos realzado también una roca originaria, poniendo grava mediterránea a su alrededor.
Finalmente, una hidrosiembra con especies pratenses decora la plaza central que en la foto podéis ver pendiente de germinación.